La pregorexia es el
temor de aumentar de peso durante el embarazo, muchas mujeres restringen su
ingesta calórica y es posible que lleguen a inducir vómitos y aumentar su
actividad física.
Sin embargo, es
absolutamente normal aumentar durante el embarazo de 11 a 16 kilos dependiendo
del estado de la mujer, su peso antes del embarazo y sus actividades
cotidianas. El aumento de peso es importante tanto para la formación de tejidos
del bebé como para esa reserva de energía que puede ser aprovechada durante la
última etapa del embarazo, al proporcionar una fuente adicional de energía
durante el parto y la lactancia.
La pregorexia puede afectar
a madre y bebé provocando desnutrición, anemia, baja producción de leche
materna, alteraciones hormonales, pérdida excesiva de cabello, piel seca y
deshidratada y malformaciones de diferentes tipos en el bebé.
Síntomas
- Realización de ejercicio de forma excesiva, en vez de practicar actividades recomendadas especialmente para los meses de gestación.
- Consumo muy bajo de calorías.
- Rechazo del embarazo y del cuerpo.
Es más común en mujeres que
hayan padecido anorexia o bulimia previamente. Por lo que se recomienda a los
amigos y familiares de estas mujeres prestar atención a posibles cambios
en las conductas alimentarias para prevenir un problema mayor.
Tratamiento nutricional
La alimentación en el
embarazo debe ser sana, variada y equilibrada, lo que influye de manera
fundamental en el desarrollo del bebé que se está formando. Las necesidades del
feto y de la futura mamá varían en función del trimestre de embarazo.
Al
inicio del tratamiento, conviene empezar con la utilización de los alimentos
menos rechazados, como las frutas, las verduras y cereales
integrales. A medida que progresan, incorporará de modo
progresivo aquellos alimentos que habían eliminado por temor al valor
energético o por la connotación que le han asignado.
También es importante
iniciar con las sesiones de psicoterapia desde el comienzo del tratamiento,
para ayudar a la persona a tener una imagen corporal propia más positiva.
Los
que mayor rechazo les ocasionan son los alimentos ricos en grasas y azúcar, por lo que se empezará con el consumo de
alimentos donde la grasa y la azúcar no es tan evidente.
Además, se organizará un horario fijo de comidas para que
sea más fácil cumplir con el plan de alimentación. Se fraccionarán las comidas hasta que alcancen unas
4 ó 5 comidas al día, para que cada toma no sea muy
abundante, ofreciendo platillos de poco volumen, pero alto en kcal.
- Calorías. El embarazo implica una necesidad extra de unas 150-250 Kcal diarias en el primer trimestre, y de unas 300 Kcal en los dos trimestres restantes, hasta 500 kcal en el último ya que los tejidos inicialmente formados van a ir creciendo y ganando peso durante ambos. Lo recomendable es ganas 25-30 g a la semana.
- Proteínas. Generalmente tiene que cubrir el 15% de la
dieta, 17% si es un embarazo doble. La proteína a ayuda formar la
placenta y el desarrollo del feto.
- Grasas. El cuerpo humano requiere grasa y ácidos grasos para su mantenimiento y desarrollos normales. Se debe de consumir de 25 a 35% del total de kcal diarias.
- Fibra. Es importe para la función normal y participan en la prevención de enfermedades crónicas, como ciertos tipos de cáncer, enfermedades coronarias y diabetes. La ingesta diaria recomendada de fibra es de 25-30gr.
- Agua. Se debe de tomar en cuenta que el consumo de líquidos debe ser cuando menos de 1500 ml diarios. Se sugiere 1 ml de agua por caloría de alimento ingerido.
- Vitaminas y minerales. Los micronutrientes más importantes durante el embarazo son el ácido fólico, hierro, vitamina C y calcio.
Folatos
vitamina (B9). Esta vitamina ayuda a prevenir defectos del tubo neural que
puede desabollase en el primer mes después de la concepción.
Hierro. Las
embazadas necesitan el hierro para llenar su depósito de glóbulos rojos
cumplir con la demanda del volumen sanguíneo. E l feto acumula hierro para
úsalo en sus primeros meses.
Vitamina
C. Facilita la absorción de hierro, además de ser un potente antioxidante.
Calcio. La mujer usa el calcio almacenado en sus huesos para dáselo al feto, este lo necesita para el desarrollo del esqueleto.
Alimentos
prohibidos por embarazo
Evita
ingerir productos lácteos no pasteurizados, carne c y huevos crudos, puede
producir toxoplasmosis o tener listeria. Esta enfermedad se puede
transmitir al feto a través de la placenta y producirle daños irreparables.
Evita
también el pescado crudo porque puede contener un germen
llamado anisaki que ocasiona daños en el estómago. No afecta al feto,
pero puede llegar a ser muy molesto para las mujeres gestantes.
Los
pescados azules como el atún, emperador, tiburón, caballa y
blanquillo pueden tener en su interior mercurio. Este elemento químico puede
afectar a los pulmones, riñones y sistema nervioso del feto.
Las verduras, frutas y hortalizas sin lavar son desaconsejadas porque pueden
tener bacterias, por ejemplo, la E. Coli o la salmonella.
Se
aconseja evitar las bebidas excitantes como el café y otros productos con
cafeína, o disminuir su consumo a un máximo de una o dos tazas al día de café o
té, si estás acostumbrada a tomarlas (para más información consultar El té e infusiones en el embarazo). Es mejor que el café sea
descafeinado. Tampoco conviene abusar de bebidas carbonatadas. El
alcohol está estrictamente prohibido.
Reducir
el consumo de alimentos altos en sodio es lo mejor para evitar la
retención de líquidos y el aumento de la tensión arterial.
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