Diabulimia y como tratarlo con la comida

 

La diabulimia es un trastorno de la conducta alimentaria que aparece en las personas con Diabetes Mellitus tipo 1.  Se caracteriza por que la persona omite o reduce de forma deliberada la aplicación de alguna de las dosis de insulina indicadas con la intención de perder peso. Se considera un trastorno de la conducta alimentaria (TCA). Al no mostrar, necesariamente, conductas como la restricción alimentaria, los vómitos o el excesivo ejercicio, el trastorno puede pasar inadvertido.

Recordemos que el páncreas de una persona que vive con diabetes tipo 1 (DT1) no produce insulina, que es la hormona que permite que la glucosa o azúcar que obtenemos a partir de los alimentos que comemos, pueda entrar a nuestras células, alimentarlas y darles energía. Al no existir esta hormona, toda la glucosa de la comida que ingerimos se queda circulando en la sangre, generando hiperglucemia (azúcar alta).

Por otra parte, como el cuerpo no puede aprovechar esa glucosa de forma adecuada por la mencionada falta de insulina, el organismo comienza a producir la energía necesaria para seguir funcionando a partir de la grasa corporal que tenemos, causando así una baja de peso y poniendo a la persona en un riesgo de sufrir complicaciones importantes en la salud, en la calidad de vida, e incluso arriesgando la vida misma.

Es común que muchas personas descubran que viven con diabetes tipo 1 tras haber tenido episodios de cetoacidosis diabética, en los que probablemente habían bajado de peso mientras tenían la glucosa alta, y al comenzar a administrarles insulina notan que comienzan a subir de peso. Por lo que esta subida de peso les provoque una preocupación excesiva por bajar de peso.

Además, es importante conocer lo demandante que puede resultar para algunas personas vivir con DT1. Para muchas personas que experimentan esta condición, la vida supone estar en una constante restricción: pasan una buena cantidad de tiempo teniendo que calcular los carbohidratos contenidos en los alimentos, leyendo etiquetas de estos, calculando porciones, controlando su peso, midiendo glucosas y hemoglobina glicosilada, entre otros. Todos estos cuidados tan necesarios para preservar la salud pueden generar un desgaste emocional importante en la persona que vive con diabetes tipo 1.

Las primeras complicaciones de este trastorno están relacionadas directamente con el aumento de los niveles de azúcar en la sangre, dificultando la cicatrización de las heridas, favoreciendo el surgimiento de infecciones, la pérdida de masa muscular, ocasionando alteraciones en la menstruación y/o una deshidratación severa.

A largo plazo, pueden surgir complicaciones más graves como Pérdida progresiva de la visión, Hinchazón de los ojos, Pérdida de la sensibilidad en los dedos de los pies y de las manos, Amputación de los pies o manos, Diarrea crónica, Problemas digestivos, Problemas cardíacos; Enfermedad renal y hepática. Asimismo, la falta de insulina en el organismo hace que los nutrientes que provienen de los alimentos ingeridos no se absorban correctamente, acabando por generar un estado de malnutrición.

Síntomas

  • Disminuir la cantidad de insulina u omitir por completo algunas dosis. Esto ocurre debido a que la persona cree que la insulina le provocará un aumento de peso
  • Evitar las consultas médicas de control
  • Preocupación excesiva por la imagen corporal
  • Gran aumento o disminución brusca del consumo de alimentos
  • Preocupación por la comida, el peso y/o las calorías
  • Evitar comer en familia o en público
  • Depresión y/o ansiedad
  • Realización de actividad física de forma excesiva
  • Pérdida de peso inexplicable

Tratamiento nutricional

Para tratar este tipo de patología suele combinarse la terapia psicológica, médica y nutricional, por lo cual será indispensable seguimiento por un equipo multidisciplinario.

Normalmente, el plan de tratamiento se inicia vigilando el nivel de glucosa en sangre cada tercer día durante la primera semana, teniendo como valores normales de 70-110 mg/dl y posteriormente hacer los chequeos una vez a la semana cuando los niveles se regularicen. Los requerimientos de insulina son muy variables, según resistencia a la insulina tenga cada persona, pero en general es 0.4-0.6 UI/kg en el DM 2, 60% antes del desayuno y 40% antes de la cena.

Macronutrientes 

  • Carbohidratos: 55-60% (15-10 % de carbohidratos simples).
  • Fibra soluble: 20-30 gramos diarios 
  • Proteínas: 15-20% 
  • Grasas: 25-30%

También es importante iniciar con las sesiones de psicoterapia desde el comienzo del tratamiento, para ayudar a la persona a tener una imagen corporal propia más positiva y desmitificar la relación del uso de insulina con los cambios de peso.

Seleccionar carbohidratos con niveles de IG bajos para tratar de mantener la glucosa lo más baja posible.

Alimentos con Alto IG

Alimentos con Bajo IG

Azúcar de mesa

Fructuosa

Pan de harina integral o pan blanco

Pan de grano entero

Cereales para el desayuno

Cereales no refinados como avena, cebada, centeno, amaranto

Galletas dulces o saladas simples

Galletas dulces hechas con frutas deshidratadas o granos enteros como avena

Pasteles y panecillos dulces

Pasteles y panecillos dulces hechos con frutas, avena y granos enteros

Frutas como plátanos, mango, uvas, sandia, piña, frutas conservadas en almíbar 

Frutas como manzanas, pera, ciruela, durazno, cereza natural, naranja, kiwi

Papas, zanahoria

Pastas o leguminosas

Arroz

Arroz basmati

Generales 

  • Realizar 5 tiempos de comida y no omitir ninguna. 
  • Tener un horario para consumir los alimentos es importante comer a las misma hora todos los días.
  • Tomar entre 1.5-2 litros de agua natura al día
  • No más de cuatro frutas al día evitando las frutas con alto índice glucémico
  • Utilizar métodos de cocción que no necesiten gran cantidad de grasa como al vapor, hervido, al horno, a la plancha.
  • Comer huevo y leche 2 veces a la semana
  • Comer carne roja máximo 2 veces a la semana, preferir la carne blanca (pollo y pescado)
  • Evitar el consumo de embutidos, viseras y carnes ahumadas. 
  • Consumir máximo 2 sobrecitos de sustituto de azúcar al día. 
  • Hacer ejercicio

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