La galactosa es un monosacárido de la clase de las hexosas que forma parte de la lactosa y de muchos polisacáridos. Por tanto el mayor aporte de galactosa en la nutrición proviene de la ingesta de leche y sus derivados como el requesón, el yogurt, el helado, el suero de leche y el queso. La galactosa también se encuentra en las remolachas y en otras pocas frutas y vegetales. Además se encuentra en rellenos utilizados en algunas comidas empacadas y en algunos medicamentos.
También se sintetiza en los seres humanos por las glándulas mamarias para producir lactosa, y además es un constituyente de los glucolípidos y las glucoproteínas de las membranas celulares, sobre todo de las neuronas.
La lactosa se descompone en el aparato digestivo en la galactosa y la glucosa. La galactosa entonces se convierte en glucosa en el hígado para ser utilizada como combustible para el cuerpo.
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