Celulosa



La celulosa es un polisacárido estructural  compuesta exclusivamente por moléculas de glucosa (β-glucosa).

La celulosa es sintetizada por las plantas y constituye uno de sus compuestos fundamentales, pero los animales incluidos los seres humanos no poseen las enzimas necesarias para digerirla (la celulasa). 

La celulosa forma parte de las fibras insolubles, su  función en el cuerpo es la de mantener  el bienestar del sistema digestivo, gracias a la celulosa, la comida se mueve más rápido por el tracto digestivo, al no poder absorberla,  pasa por el colon donde absorbe agua incrementando el tamaño de las heces y suavizándolas. Además, genera saciedad y apoya los procesos metabólicos y la desintoxicación natural del organismo.

Las mejores fuentes de celulosa son las frutas, verduras de hoja verde, incluyendo el  apio, legumbres, cereales integrales, nueces y semillas. La piel de los alimentos vegetales suele tener más celulosa que la pulpa.

En la industria alimentaria, la celulosa se utiliza con mucha frecuencia como espesante y estabilizador, también conocido como E460. Este aditivo se puede encontrar en muchos productos que se compran a diario, por ejemplo, en platos instantáneos, panecillos de trigo, mermeladas, cremas, salsas, etc. La celulosa también se utiliza en alimentos dietéticos y complementos alimenticios especializados, por ejemplo, en batidos para adelgazar, yogurt, batidos y sopas. Las tripas de celulosa se utilizan en la elaboración de embutidos  o ahumados.

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