Un oligosacárido es un carbohidrato que está compuesto por una cantidad reducida de monosacáridos, concretamente, se constituyen a partir de la unión de entre dos y diez monosacáridos. Cuando tienen tres o más monosacáridos, lo habitual es que se encuentren unidos a lípidos o a proteínas.
Los oligosacáridos se encuentran en muchas verduras, como el puerro, la cebolla, los espárragos, el ajo o la alcachofa y frutas como el tomate o el plátano por poner algunos ejemplos, además de en cereales como el trigo, sobre todo integral.
Los disacáridos son los oligosacáridos más comunes, que surgen por el vínculo entre dos monosacáridos con un enlace éter, perdiendo así una molécula de agua.
Los disacáridos más conocidos son la sacarosa, también denominada azúcar común, aparece en los productos azucarados, como la remolacha y la caña. Este oligosacárido está formado por fructosa y glucosa.
Otro de los disacáridos es la lactosa, la cual se forma al unirse la glucosa y la galactosa. Se la conoce también como azúcar de la leche.
La maltosa, la celobiosa, la trehalosa y la isomaltosa, las cuales se forman cuando se unen dos glucosas y pueden variar según dicha unión.
Los trisacáridos son oligosacáridos con tres monosacáridos, un ejemplo de este tipo es la rafinosa. Este carbohidrato, presente en los garbanzos, la soja y otras plantas leguminosas, consta de galactosa, fructosa y glucosa.
Los oligosacáridos pueden unirse a las proteínas y a los lípidos formando glicoproteína y glicolípido, estos se encuentran en la superficie externa de la membrana plasmática y por lo tanto tienen una gran importancia en las funciones de reconocimiento celular.
Los oligosacáridos aportan energía al cuerpo, y algunos también aportan fibra, ayudando a un buen tránsito intestinal, y a regular el colesterol y azúcar en sangre.
La oligofructosa, es un compuesto natural que contiene fructosa y fibra soluble, este oligosacárido tienen la peculiaridad de considerarse prebiótico, sirviendo de alimento a las bacterias que se encuentran de manera habitual en el tracto gastrointestinal, favoreciendo a una flora intestinal sana. La oligofructosa se encuentra en el trigo, ajo, cebolla, espárragos,puerro, remolacha, alcaucil y la raíz de achicoria.
Sin embargo, la fermentación de los oligosacáridos produce gases, que puede convertirse en una desventaja cuando su consumo es elevado, ya que ocasiona incomodidad.
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