Acné y como tratarlo con la comida



El acné se presenta cuando una cantidad excesiva de sebo (sustancia grasa producida por glándulas y que lubrica y da humedad  a la piel) bloquea los poros de la piel de la base de los folículos pilosos, haciendo que surjan pequeñas  erupciones llenas de pus en el rostro, el pecho, los hombros y la espalda.
Granos, espinillas  y barritos son característicos de esta afección. Aunque la mayoría de las formas de acné son ligeras, en su forma severa  (acné cístico) puede presentarse huecos y cicatrices permanentes.
Si  bien no es peligroso, puede causar angustia sobre todo en los jóvenes, que como resultado llegan a acomplejarse por su aspecto y a sufrir aislamiento  social, depresión y ansiedad. 

Causas
El acné suele desencadenarse por la actividad hormonal, que pueden aumentar la producción de sebo. Por lo que generalmente  lo padecen pubertos,  adolescentes, mujeres embarazadas, menstruando  o menopáusicas.
Algunos medicamentos que  afectan a las hormonas como los esteroides y los anticonceptivos orales, así como el estrés, pueden contribuir a la excesiva producción de  sebo.
 En algunas perdonas el componente genético que contribuye a la aparición de la dolencia.

Tratamiento nutricional
Es importante llevar una dieta equilibrada, variada y de calidad, de acuerdo al sexo, edad, actividad física, situación económica y cultura.
Una de las creencias acerca del acné es que algunos alimentos como el chocolate, pizza o alimentos grasosos en general pueden provocar o empeorar pero es solo un mito. Sin embargo algunos alimentos si pueden ayudar a propiciar la óptima salud de la piel.
Nutrientes a procurar:
Cinc. Se ha relacionado con la salud óptima de la piel por aumentar la función inmunológica, reducir la inflamación y promover la regeneración de tejidos y niveles hormonales saludables.  Fuentes: carne roja  y cerdo, aves, pescado, mariscos, lácteos, leguminosas, granos enteros, germen de trigo, frutos secos, semillas, tofu, levadura, setas y algas
Betacarotenos. Este fitoquímico puede reducir la producción de sebo al afectar la actividad  de la glándula sebácea. Fuentes: durazno, brócoli, zanahoria, melones, pimientos, espinacas, camotes, acelga, berro, calabaza amarilla, cebollines, chícharo, chile chilaca, chile habanero, cilantro, esparrago, tomate, tomatillo, lechuga orejona, lechuga romana, nopal, perejil, verdolaga, chabacano, guayaba, mandarina, mango criollo, papaya, sandia y toronja.
Vitamina B6. Al ayudar a regular los niveles de las hormonas implicadas en la evolución de las lesiones del acné, puede reducir la posibilidad de su aparición. Fuentes: carne roja, aves, pescado, huevo,  granos enteros y los cereales fortificados, maíz, aguacate, plátano, chicharos, papa, nueces.

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