La insulina es una hormona producida por el páncreas, que ayuda a controlar la glucosa en la sangre. La hiperinsulinemia es una afección en la que hay niveles excesivos de insulina circulando en la sangre en relación con el nivel de glucosa. La hiperinsulinemia se observa a menudo en personas con diabetes mellitus tipo 2 en etapa temprana, no es la causa de la afección y es solo un síntoma de la enfermedad.
En raras ocasiones, la hiperinsulinemia es causada por:
Un tumor de las células del páncreas que producen insulina. Estos tumores se denominan insulinomas.
Demasiadas células en el páncreas que producen insulina o demasiado crecimiento de esas células. Esta afección se denomina nesidioblastosis.
La hiperinsulinemia no suele causar síntomas en las personas con resistencia a la insulina. En las personas que tienen insulinomas, la hiperinsulinemia puede provocar un nivel bajo de glucosa en la sangre, una afección denominada hipoglucemia.
Se pueden experimentar una variedad de síntomas cuando hay hipoglucemia, entre ellos:
Debilidad muscular temporal
Niebla mental
Fatiga
Ansiedad
Incapacidad para concentrarse
Problemas visuales, como visión borrosa o visión doble
Dolores de cabeza
Temblores
Sed
La hiperinsulinemia se asocia con hipertensión, obesidad, dislipidemia, resistencia a la insulina e intolerancia a la glucosa. Estas condiciones se conocen colectivamente como síndrome metabólico.
Tratamiento nutricional
El tratamiento es a base de dieta y ejercicio, aunque la metformina puede utilizarse para reducir los niveles de insulina en algunos pacientes (normalmente en pacientes obesos).
Se recomienda una dieta baja en azúcares simples, rica en fibra y proteínas de alta calidad.
Incluyendo a la dieta cereales integrales como la avena, amaranto, cebada, centeno, y sus derivados. Debe tener verduras, legumbres, carnes magras. Las frutas como manzanas, pera, ciruela, durazno, cereza natural, naranja y kiwi son recomendables.
Reducir la ingesta de alimentos como las papas, zanahoria, frutas como plátanos, mango, uvas, sandía, piña, frutas conservadas en almíbar, arroz, pan integral o blanco de trigo, embutidos, alimentos procesados y enlatados, cereales para desayuno, pastelillos y galletas.
Ejercicio
El ejercicio físico mejora la sensibilidad a la insulina. El mecanismo del ejercicio para mejorar la sensibilidad a la insulina no se entiende bien, sin embargo, se cree que el ejercicio hace que el receptor de glucosa GLUT4 se transloque a la membrana. Cuantos más receptores GLUT4 estén presentes en la membrana, más glucosa se absorbe en las células, lo que disminuye los niveles de glucosa en sangre, lo que luego causa una disminución de la secreción de insulina y cierto alivio de la hiperinsulinemia. Por lo que se recomienda que se realice actividad física al menos 3 veces por semana mínimo 30 minutos cada vez.
Comentarios
Publicar un comentario