La jícama es un tubérculo originario de México, está compuesta en su mayor parte de agua, tiene un sabor suave y dulce, y con textura crujiente.
Contenido nutricional
En 100 gr contienen:
Beneficios
La jícama son fuente de:
Inulina. Contribuye a retardar el vaciado gástrico, lo cual, ayuda a tener mayor saciedad y favorece el control de la glucosa en la sangre. La inulina es un integrante de la fibra soluble. Los subproductos de metabolización de la inulina parece que aumentan el peristaltismo intestinal y facilitan la absorción de algunos elementos minerales como el calcio, el magnesio y el fósforo. Promueve bacterias intestinales buenas, esto se debe a que atraviesa el estómago y el duodeno prácticamente sin sufrir cambios y alcanza el intestino delgado casi sin digerir. Aquí está disponible para ser metabolizada por algunos de los microorganismos intestinales, como las bifidobacterias y los lactobacillos, promoviendo su asentamiento y desarrollo.
Vitamina C. Actúa como antioxidante, se cree que esta vitamina protege contra la congestión nasal y las cardiopatías. También ayuda a fabricar y reparar el sistema inmunológico, y puede proteger contra ciertos tipos de cáncer. Además, puede ayudar a evitar las cataratas.
Potasio. Contribuye al funcionamiento normal del sistema nervioso y de los músculos. Además, se asocia con presión arterial baja, menor riesgo de cardiopatías, cálculos renales y apoplejía.
Calcio. Calcio. Este mineral es necesario para mantener sanos los huesos, dientes y músculos.
Recomendaciones de consumo
La jícama registra un alto contenido de almidón, por lo que contradictoriamente no se recomienda su consumo en exceso en diabéticos. Es importante mencionar que solo se debe de consumir la raíz, ya que el resto de la planta de la jícama es considerada tóxica.

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