El Sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO) se produce cuando hay un aumento anormal de toda la población bacteriana en el intestino delgado, en particular de los tipos de bacterias que no se encuentran comúnmente en esa parte del tubo digestivo.
A diferencia del intestino grueso (colon), el intestino delgado normalmente tiene relativamente pocas bacterias debido al rápido flujo de su contenido y a la presencia de bilis. El SIBO comúnmente se produce cuando una circunstancia, como una cirugía o una enfermedad, ralentiza el paso de alimentos y desechos en el tubo digestivo y se crea un caldo de cultivo para las bacterias. Las bacterias pueden producir toxinas e interferir en la absorción de nutrientes. Los productos de descomposición que siguen a la digestión bacteriana de los alimentos también pueden provocar diarrea.
A veces, es necesario realizar una cirugía para solucionar este problema, pero el tratamiento más común son los antibióticos.
El SIBO causa mala absorción de nutrientes necesarios para una salud óptima. Las sales biliares, que normalmente se necesitan para digerir las grasas, se descomponen por el exceso de bacterias en el intestino delgado, lo que genera una digestión incompleta de las grasas y diarrea. Los productos bacterianos también pueden dañar la mucosa del intestino delgado, lo que genera una menor absorción de carbohidratos y proteínas.
Como resultado de la absorción incompleta de las grasas, el cuerpo no puede absorber completamente las vitaminas liposolubles A, D, E y K.
Las bacterias del intestino delgado sintetizan y utilizan la vitamina B12, que es esencial para el funcionamiento normal de tu sistema nervioso y la producción de células sanguíneas y ADN. El SIBO puede dar lugar a una deficiencia de B12 que puede provocar debilidad, fatiga, hormigueo y entumecimiento en las manos y los pies y, en casos avanzados, confusión mental. El daño a tu sistema nervioso central resultante de la deficiencia de B12 puede ser irreversible.
Con el tiempo, el daño al intestino producido por un crecimiento bacteriano anormal provoca una absorción deficiente de calcio y, a la larga, puede derivar en enfermedades óseas, como la osteoporosis y cálculos renales
Síntomas
Los signos y síntomas de sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado a menudo incluyen:
- Pérdida del apetito
- Dolor abdominal
- Náuseas
- Hinchazón
- Sensación incómoda de saciedad después de comer
- Diarrea
- Pérdida de peso involuntaria
- Malnutrición
Una dieta baja en carbohidratos fermentables (FODMAP, por sus siglas en inglés) puede usarse en combinación con antibióticos para reducir los síntomas. Se recomienda comer no más de tres veces al día, para darle tiempo al sistema digestivo a realizar la digestión y evitar acumulación de alimentos y estos se fermenten en los intestinos.
Esta dieta debe durar no mas de 6 semanas, para evitar cualquier descompensación nutricional grave, y se debe volver a incorporar un alimento a la vez en la dieta, para ver qué alimentos desencadenan los síntomas. No todos los alimentos molestarán a todas las personas.
Alimentos más altos en FOODMAPS que se recomienda eliminar de la dieta están;
- Verduras: ajo, cebollas, alcachofa, espárragos, brócoli, coles de Bruselas, repollo, coliflor, puerros, hongos, guisantes y calabaza de verano
- Frutas: las frutas pueden tener un alto contenido de fructosa, por lo que es mejor evitar comer muchas frutas, sobretodo las manzanas, puré de manzana, jugo de manzanas, chabacanos, aguacates, plátanos, moras, fruta enlatada, cerezas, frutas secas, uvas, lichi, mango, nectarinas, duraznos, peras, piñas, ciruelas y sandía
- Legumbres: frijoles, alubias, garbanzos, lentejas, habas, soja
- Cárnicos: muchas carnes marinadas o procesadas tienen ingredientes altos en FODMAP como el garliz y la cebolla. Entonces se debe evitar carnes, aves o mariscos marinados y embutidos. Lácteos y alternativas lácteas: leche y productos lácteos de vaca, cabra y oveja (quesos, requesón, crema y yogurt), leche de coco, leche de soja, flan, helado
- Cereales: cebada, centeno, trigo y sus derivados como panes, cereales de desayuno, , pastas, galletas, barras de bocadillos y pasteles
- Frutos secos: anacardos y pistachos
- Azucares: agave, jarabe de maíz con alta fructosa, miel, gomas de mascar, caramelos,
- Bebidas: bebidas alcohólicas, té de manzanilla, chía, diente de león, hinojo y oolong, refrescos y jugos.
- Verduras: pimientos, bok choy, zanahorias, apio, cebollín, pepino, berenjena, judías verdes, col rizada, lechuga, papas, rábanos, espinacas, acelgas, tomates, calabaza de invierno, camotes, calabacín.
- Frutas: arándanos, melón cantalupo, toronja, kiwi, limones, limas, papaya, maracuyá, frambuesas, fresas.
- Cárnicos: carne cocida simple: ternera, pollo, cordero, cerdo, pavo, pescados y mariscos
- Lácteos, alternativas lácteas y huevo: leche de almendras, huevos, quesos duros añejos, leche de anacardo, leche sin lactosa, yogur sin lactosa, leche de arroz
- Frutos secos y semillas: mantequilla de almendras, nuez, nueces de macadamia, cacahuate, semillas.
- Cereales: maíz, papa, arroz, avena, quinua o espelta.
- Azúcares: miel de maple, azúcar de mesa, sacarina, sirope de malta de arroz
- Bebidas: café tés e infusiones distintos de chía, manzanilla, diente de león, hinojo y oolong
Comentarios
Publicar un comentario