Las alteraciones del peso en términos de salud son el aumento o la disminución de la masa corporal de un individuo mínimo del 5 al 10% en un lapso de 6 meses o menos.
Para mantener un peso sano y sin fluctuaciones se recomienda una dieta equilibrada, variada y acorde a la edad, sexo y actividad física de la persona. Prefiriendo alimentos ricos en fibra, vitaminas y minerales como las frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, semillas y frutos secos. Además de escoger carnes magras, lácteos descremados y aceites vegetales.
Otras recomendaciones generales serían comer despacio y sin distracciones, beber suficiente agua natural y evitar alimentos procesados altos en calorías, azúcares y grasas saturadas, como los refrescos, jugos, frituras, dulces, bollería, galletas, pasteles, etc. Realizar alguna actividad física como una rutina de ejercicio, algún deporte o algún tipo de danza, también ayuda a mantener el peso.
Si hacer estos cambios saludables no ayudan, hay que consultar al médico, ya que el aumento o disminución de peso acelerado y sin razón aparente podría ser un indicador silencioso de un problema de salud que requiere pronta atención.
Las causas de pérdida de peso repentino incluyen:
- Problemas de la tiroides
- Cáncer, sobre todo en el aparato digestivo, incluidos los de páncreas e hígado.
- Enfermedades infecciosas, como la infección por el VIH, la tuberculosis, las endocarditis y las infecciones fúngicas y parasitarias.
- Enfermedades digestivas
- Dieta inadecuada para el tipo de actividad que se realiza
- Algunos medicamentos, como quimioterapia, o medicamentos antitiroideos
Las causas de subir de peso repentinamente incluyen:
- Problemas de la tiroides
- Insuficiencia cardíaca
- Enfermedad renal.
- Inactividad física
- Dieta inadecuada para el tipo de actividad que se realiza
- Estrés y ansiedad excesiva
- Algunos medicamentos, ciertos antidepresivos, hormonas como lo estrógenos, la progesterona y la cortisona
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