El alcoholismo es una enfermedad, cuya necesidad o dependencia a la ingesta de bebidas alcohólicas en las personas, genera deterioro en su salud física y mental. El alcoholismo causa:
- Ansia: Una fuerte necesidad de beber
- Pérdida de control: Incapacidad para dejar de beber una vez que se comenzó
- Estado emocional negativo: Sentirse ansioso e irritable cuando no se está bebiendo
Beber demasiado alcohol es peligroso. Tomar en exceso puede aumentar el riesgo de ciertos tipos de cáncer. Puede conducir a enfermedades del hígado, como hígado graso y cirrosis. También puede causar daño al cerebro y otros órganos. Beber durante el embarazo puede dañar a su bebé. El alcohol también aumenta el riesgo de muerte por accidentes automovilísticos, lesiones, homicidios y suicidios.
Es común la malnutrición en los alcohólicos crónicos, ingieren habitualmente aportes insuficientes de carbohidratos, proteínas, grasas, vitaminas A, C y B y minerales como calcio y hierro. A su vez, las deficiencias de estos nutrientes exacerban los efectos nocivos del alcohol.
Tratamiento nutricional
Cuando el hígado presenta un daño irreversible, la dieta debe cambiar totalmente para tratar de mejorar la calidad de vida de la persona.
Se recomienda una dieta hipoproteica, rica en fibra y antioxidantes, con un aporte moderado de sodio, debe ser con restricción de líquidos en caso de presentarse hiponatremia y evitar el consumo de alcohol.
Alimentos permitidos
- Frutas y verduras frescas y cocidas
- Alimentos de origen animal: una vez al día, preferir leche descremada, quesos sin sal y de bajo contenido graso, solamente clara de huevos, carnes magras
- Pan, arroz, pasta, papa. avena, amaranto, tortilla
- Leguminosas, poner en remojo y colar el caldo.
- Aceites vegetales con moderación
- Azúcar, miel y jaleas
- Bebidas sin gas e infusiones como té y mates livianos
Alimentos desfavorables
- Carnes de gran contenido graso (cerdo, cordero, pato, fiambres, embutidos), mariscos (por ser alergénicos), alimentos ahumados
- Lácteos enteros
- Chocolate y sus derivados, panadería o confiterías, bolillos, galletas saladas.
- Refrescos, agua mineralizada y bebidas alcohólicas
- Alimentos congelados y enlatados
- Alimentos en escabeche, como aceitunas y pepinillos.
- Alimentos procesados altos en sodio.
Recomendaciones para la preparación de alimentos.
- Remojo. Las hortalizas, verduras leguminosas y papas se deben poner en remojo mínimo durante 12 horas.
- Doble cocción. Cuando se terminen de remojar los alimentos, es importante tirar esa agua y poner nueva. Poner a cocer los alimentos con nueva agua y cuando hierva tirar esa agua y pasar los alimentos a otra olla con agua hirviendo para que se termine de cocinar. Se debe desechar el caldo de la cocción, nunca consumirlo.
- Métodos de cocción. Utilizar métodos como hervido, a la plancha, al vapor y al horno para cocinar.
- Sazonado. Para hacer más sabrosa la cocina "sin sal" es recomendable potenciar el sabor natural de los alimentos: Vinagre, limón, ajo, cebolla, cebollitas de rabo, pimienta, azafrán, canela, mostaza sin sal, albahaca, comino, clavo, orégano, laurel, menta, perejil.
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