Beneficios del consumo de la arúgula

 



La arúgula, también conocida como rúgula, es una hortaliza mediterránea con altos niveles de ácido fólico, antioxidantes y minerales que traen muchos beneficios para la salud.

Contenido nutricional

En 80 gr contiene:

 Nutriente

Cantidad

Energía

20 kcal

Fibra

3.50 gr

Carbohidratos

2.90 gr

Proteínas

2.10 gr

Lípidos

0.50 gr

Potasio

295.20 mg

Hierro

1.20 mg

Vitamina A

95.2 µg

Vitamina C

12.00 mg

Vitamina B9 (folatos)

77.60 µg

Beneficios

La arúgula es fuente de:

Erucina. Compuesto bioactivo con efecto antioxidante que ayudar a prevenir enfermedades como el cáncer y enfermedades neurodegenerativas.

Luteína y zeaxantina.  Estos fitoquímicos tienen un efecto antioxidante, actúan   en la detoxificación de carcinógenos y mutágenos, neutralizan radicales libres, previniendo el cáncer sobre todo de colon y pulmón. Se les relaciona con bajar el riesgo de degeneración muscular. Funciona como un filtro solar natural ubicado en el fondo del ojo. Por eso, protege la vista de los efectos dañinos del sol y previene la pérdida visual. Protege la piel de los rayos del sol y   filtra los rayos dañinos de luz azul. Y al igual que los betacarotenos ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro.

Calcio. Este mineral es necesario para mantener sanos los huesos y dientes. Participa en la contracción y relajación del corazón, el movimiento de los músculos y la trasmisión de señales entre neuronas.

Potasio. Este mineral puede ayudar a bajar el riesgo de hipertensión, cálculos renales y apoplejías.

Folatos. Los folatos son vitales durante el embarazo, pues previene el desarrollo de defectos del tubo neural del feto. También es cardioprotector, ya que ayuda a reducir la homocisteína, aminoácido relacionado con el riesgo a cardiopatías. Además, ayuda a prevenir el cáncer, pues niveles bajos de esta vitamina pueden dañar el ADN y producir cambios cancerosos en la célula.

Betacaroteno. Es un antioxidante que es transformado a vitamina A en la mucosa del intestino delgado.  Protegen las células del daño causado por sustancias llamadas radicales libres, los cuales se cree contribuyen al desarrollo de ciertas enfermedades crónicas, pueden reducir el riesgo de cáncer y juegan un papel en los procesos del envejecimiento ya que evita el envejecimiento prematuro.  Ayuda a la formación y al mantenimiento de dientes, tejidos blandos y óseos, membranas mucosas y piel sanos. Ayuda contra el   hipertiroidismo, deficiencia inmunitaria, pérdida de memoria, enfermedades oculares, problemas de piel y de próstata, cardiopatías, colesterol alto, infertilidad e impotencia.

Vitamina C. Actúa como antioxidante, se cree que esta vitamina protege contra la congestión nasal y las cardiopatías. También ayuda a fabricar y reparar el sistema inmunológico, y puede proteger contra ciertos tipos de cáncer.  Además, puede ayudar a evitar las cataratas.

Vitamina K. Es necesaria para la adecuada coagulación de la sangre y puede colaborar en la salud ósea.

Recomendaciones de consumo

Las personas en tratamiento con medicamentos anticoagulantes deben regular cuidadosamente el consumo de alimentos ricos en vitamina K, como es la acelga, pues la vitamina K ayuda a la coagulación y podría interferir con la función del medicamento.

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