La deshidratación es una afección causada por pérdida riesgosa de agua y sales minerales corporales producida por enfermedad, sudoración, ejercicio intenso o ingesta insuficiente de líquidos. Puede ser leve, moderada o grave, según la cantidad de líquido corporal que se haya perdido o que no se haya repuesto
Síntomas
- Boca seca o pegajosa
- Lengua hinchada
- Fatiga o debilidad
- Irritabilidad
- Mareos o vahídos
- Náuseas y vómitos
- Dolores de cabeza
- Sequedad de la piel
- Pérdida de peso
- Orina de color amarillo oscuro o disminución de la micción
En bebés y niños pequeños,
los síntomas de deshidratación incluyen:
- Sequedad de boca y lengua
- Llorar sin lágrimas
- No mojar los pañales por 3 horas o más
- Fiebre alta
- Tener sueño o somnolencia inusual
- Irritabilidad
- Ojos que parecen hundidos
Cuando la deshidratación es
grave, puede ser potencialmente mortal,
ocasionado síntomas como:
- Sed extrema
- Presión arterial baja
- Fiebre
- Latidos cardíacos rápidos
- Falta de micción por más de 8 horas
- Ojos hundidos
- Incapacidad para sudar
- Incapacidad para producir lágrimas
- Desorientación o confusión
- Respiración rápida
- Shock
La deshidratación grave que
no se trata puede ocasionar:
- Convulsiones
- Daño cerebral permanente
- Muerte
Tratamiento
nutricional
El tratamiento para la
deshidratación consiste en reemplazar los líquidos y electrolitos que se han
perdido.
Para casos leves, es posible
reponer lo pedido bebiendo mucha agua, bebidas deportivas y soluciones
de rehidratación oral. Los casos graves pueden tratarse con líquidos
intravenosos en un hospital.
La clave para prevenir la
deshidratación es tomar suficientes líquidos:
- Tomar suficiente agua todos los días. Las necesidades de cada persona pueden ser diferentes.
- Beber líquidos adicionales cuando haga calor.
- Al hacer ejercicio y se suda mucho, las bebidas deportivas pueden ayudar.
- Evitar las bebidas que contengan azúcar y cafeína.
- Cualquier persona con fiebre vómitos o diarrea debe tomar mucho líquido.
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