El asma es un trastorno
respiratorio inflamatorio crónico,
provoca que las vías respiratorias se hinchen y se estrechen produciendo una
respiración dificultosa.
Causas
En las personas con vías
respiratorias sensibles, los síntomas de asma pueden desencadenarse por la
inhalación de sustancias llamadas alérgenos o desencadenantes.
La liberación de una
sustancia química llamada histamina puede provocar muchas de las manifestaciones
físicas de las alergias y asma. La
histamina se ha relacionado con la inflamación, congestión, excesiva secreción
de moco y contracción muscular de las vías respiratorias.
Los desencadenantes más
comunes son el polvo de la madera, el polvo de los granos, la caspa o
pelaje animal, ciertos medicamentos como
ácido acetilsalicílico o aspirina, cambios en el clima con mayor
frecuencia clima frío, químicos en el aire o en los alimentos, ejercicio, moho,
polen, infecciones respiratorias como el resfriado común, emociones fuertes
(estrés) y el humo del tabaco.
Síntomas
- Tos con o sin flema
- Retracción o tiraje de la piel entre las costillas al respirar
- Dificultad para respirar
- Sibilancias
- Dolor torácico
- Opresión en el pecho
Los síntomas de emergencia que
necesitan atención médica oportuna incluyen:
- Labios y cara de color azulado
- Disminución del nivel de lucidez mental, como somnolencia intensa o confusión, durante un ataque de asma
- Dificultad respiratoria extrema
- Pulso rápido
- Ansiedad intensa debido a la dificultad para respirar
- Sudoración
Tratamiento
nutricional
Es prudente seguir una dieta
baja en grasas y rica en frutas y verduras, relacionadas con la salud
respiratoria.
Nutrientes
a procurar:
Magnesio.
Puede ayudar a los músculos pulmonares relajarse y también a disminuir la
inflamación. Fuente: pescados, mariscos, habas, frijoles, maíz, avena, salvado
de trigo, quínoa, semillas de girasol, aguacate.
Luteolina y quercetina. Considerados
como protectores pulmonares, tienen la
capacidad de reducir la liberación de histamina. Fuentes:
la alcachofa, aceitunas, aceite de oliva, anís, apio, brócoli, café, diente de
león, flor de trébol, manzanilla, menta,
pimiento verde y rojo, té, tomillo y zanahoria son fuente de la luteolina; cebollas, manzanas,
brócoles, cerezas, uvas o repollo rojo son fuente de la quercetina.
Selenio y vitamina E.
Estos dos micronutrientes antioxidantes se unen para proteger a las células
contra el daño de los radicales libres, este
efecto protector beneficia a las membranas de las vías respiratorias. Fuentes: el selenio se encuentra en carne de
res, vísceras, mariscos, pescados, aves, leche, verduras, cereales, frutos
secos y semillas. La vitamina E se encuentra en aceites vegetales, frutos
secos y semillas, vegetales de hoja verde, yema de huevo y generalmente los
cereales para el desayuno, jugos de frutas y margarinas
son enriquecidos con esta vitamina.
Vitamina C. La vitamina C podría ayudar a reducir
el dañino efecto de los oxidantes
ambientales que pueden empeorar los
síntomas del asma. Fuentes: todas las frutas y verduras frescas.
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