La pielonefritis es una
infección bacteriana de uno o de ambos riñones. Las infecciones generalmente
ascienden de la zona genital a la vejiga. Si las vías urinarias funcionan
normalmente, la infección no puede desplazarse hacia los riñones desde los uréteres,
puesto que el flujo de orina arrastra los microorganismos y el cierre de los
uréteres en su punto de entrada en la vejiga también lo impide. Sin embargo,
cualquier obstrucción física al flujo de la orina, como un cálculo renal o una
dilatación de la próstata, o el reflujo de la orina desde la vejiga al interior
de los uréteres, aumenta la probabilidad de una infección del riñón.Las
infecciones pueden también ser transportadas a los riñones desde otra parte del
cuerpo a través del flujo sanguíneo.
Otras situaciones que aumentan el riesgo de una infección del riñón son
el embarazo, la diabetes y los procesos que disminuyen la capacidad del
organismo para combatir la infección.
Tipos
de pielonefritis
Pielonefritis aguda. La pielonefritis
aguda es una infección de la vía urinaria superior causada por
gérmenes que ascienden a través de los
uréteres que comunican los riñones con la vejiga. Su tratamiento
precoz evita complicaciones.
Pielonefritis enfisematosa.
La pielonefritis enfisematosa es una infección necrótica del riñón
caracterizada por la presencia de gas en el interior del parénquima renal, en
estructuras excretoras o en los espacios perirrenales. Es un proceso poco
frecuente, que afecta sobre todo a las personas diabéticas, y que se
asocia a la proliferación de bacterias no anaerobias formadoras de gas. También
es un proceso grave, capaz de provocar la muerte con rapidez, como consecuencia
del estado de shock séptico y del síndrome de disfunción
multiorgánica que origina.
Pielonefritis crónica. Se
trata de una infección de vías urinarias más grave que la forma aguda. La
pielonefritis crónica ocurre de forma mucho más frecuente cuando existe el
llamado reflujo vesico-ureteral, debido a anomalías
estructurales congénitas que impiden el vaciado normal de los túbulos
colectores renales. Las complicaciones más temibles son el daño de los túbulos
renales, esto puede producir un daño irreversible del riñón, llevando
finalmente a insuficiencia renal crónica. En algunos casos puede
existir sepsis.
Síntomas
Los síntomas más
frecuentes son:
- Fiebre (temperatura corporal mayor de 38.5ºC) y escalofríos.
- Dolor en la región lumbar, aunque en ocasiones puede irradiarse hacia otras zonas del abdomen.
- Náuseas y vómitos.
- Disminución del apetito.
- Dolor de cabeza.
- Hasta un 30% de los pacientes presenta síntomas de infección de las vías urinarias bajas, que pueden preceder en 1 o 2 días a los síntomas propios de la pielonefritis. Estos síntomas son:
- Aumento de la frecuencia de las micciones, pero de escasa cantidad (polaquiuria).
- Escozor o dolor al orinar (disuria).
- Sensación de no haber orinado totalmente (tenesmo vesical).
- Sensación de no poder contener la orina y tener la necesidad de orinar de forma urgente por riesgo de incontinencia urinaria (urgencia miccional).
- Dolor abdominal en la parte baja del abdomen.
Tratamiento
Debe iniciarse la
administración de antibióticos tan pronto el diagnóstico de una infección renal
parezca. El tratamiento con antibióticos para prevenir la recidiva de la
infección, por lo general, se continúa durante 2 semanas, pero puede durar
hasta 6 semanas en el caso de los varones, en los que la infección es,
habitualmente, más difícil de erradicar. En general, a las 4 o 6 semanas
después de haber finalizado el tratamiento con antibióticos se recoge una nueva
muestra de orina para asegurarse de que la infección ha sido erradicada.
Tratamiento
nutricional
Se recomienda una dieta
hipoproteica, hiposódica, con un aporte moderado potasio. Si
existe edema, se implementara restricción de líquidos.
Macronutrientes
En
un proceso agudo:
- Carbohidratos: 30-60%
- Grasas: 30-50 %
- Proteínas: 15-20 % (.5gr - 3gr/Kg/Día)
En
un proceso crónico:
Carbohidratos y grasas de
acuerdo a los requerimientos normales del paciente.
Proteínas de acuerdo a la
tasa de filtración glomerular.
- 20- 25 ml/min= .9 a 1 gr/Kg de peso
- 15- 20 ml/min= .8 a .9 gr/Kg
- 10- 15 ml/min= .7 a .8 gr/Kg
- 4- 10 ml/min= .55 a .6 gr/Kg (Aprox.)
Alimentos permitidos
- Frutas y verduras, ir variando entre frescas y cocidas
- Alimentos de origen animal: una vez al día, preferir leche descremada, quesos sin sal y de bajo contenido graso, huevo, carnes blancas, pescados y carnes rojas magras.
- Cereales: combinar entre el consumo de los blancos y los integrales. Pan, tortillas, pasta, arroz.
- Leguminosas: poner en remojo, solo consumirlo una vez a la semana.
- Grasas: grasas de origen vegetal
- Azúcar, miel y jaleas
Alimentos desfavorables
- Carnes de gran contenido graso (cerdo, cordero, pato, fiambres, embutidos), mariscos (por ser alergénicos), alimentos ahumados
- Lácteos enteros
- Chocolate y sus derivados, panadería o confiterías, bolillos, galletas saladas.
- Refrescos, agua mineralizada y bebidas alcohólicas
- Alimentos congelados y enlatados
- Alimentos en escabeche, como aceitunas y pepinillos.
- Frutas secas, semillas y frutos secos
- Granos integrales
Recomendaciones generales.
- Comer de 3-5 veces al día.
- No agregar sal a las comida cuando se cocina o se come. Tratar de cocinar con hierbas frescas, jugo de limón o con especies sin sal.
- Comer frutas y verduras frescas en lugar de galletas u otros aperitivos salados.
- Limita condimentos altos en sodio como la salsa soya, de barbacoa o salsa de tomate (kétchup). Tener cuidado con los substitutos de sal u comidas con “sodio reducido”. Muchos substitutos de la sal son altos en potasio. Mucho potasio puede ser peligroso si tienes enfermedad renal.
- Para el consumo de bebidas que acompañen la comida, elegir bebidas sin gas e infusiones como té y mates livianos.
- Si se cuenta con restricción de líquidos se deben limitar comidas que contienen agua, como sopas y comidas que se derriten, como el helado y la gelatina, tienen bastante agua. Muchas frutas y verduras son altas en agua también.
- Si se necesita limitar los líquidos, es importante medir la cantidad de líquido, y se recomienda tomar de vasos pequeños para ayudar a controlar cuanto se ha tomado.
Recomendaciones para la
preparación de alimentos.
- Remojo. Las
hortalizas, verduras leguminosas y papas se deben poner en remojo mínimo
durante 12 horas.
- Doble
cocción. Cuando se terminen de remojar los alimentos, importante
tirar esa agua y poner nueva. Poner a cocer los alimentos con nueva agua y
cuando hierva tirar esa agua y pasar los alimentos a otra olla con agua hirviendo
para que se termine de cocinar. Se debe desechar el caldo de la cocción, nunca
consumirlo.
- Desalar
los alimentos enlatados. Escurrir los alimentos y ponerlos
en remojo durante 2-3 horas.
- Métodos de cocción. Utilizar métodos como hervido, a la plancha, al vapor y al horno para cocinar.
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