Luxaciones y esguinces, como tratarlos con la comida



El esguince es el daño a un ligamento que une el hueso y sostiene una articulación. Suele ser el resultado de que un ligamento se estire demasiado o se tuerza.
La luxación es el daño a un tendón (que conecta el musculo al hueso)  o a un musculo.
Las luxaciones y esguinces pueden presentarse en jóvenes y personas de la tercera edad,  personas sedentarias y atletas profesionales.  El tiempo que tardan en curarse las esquinces y luxaciones dependerá de su gravedad, pero puede decirse que una luxación tarda más, ya que las fibras de los músculos tardan más en repararse.
Los tobillos son más vulnerables a esquinces, mientras que la espalda y el tendón de la corva son los que más sufren de luxaciones.
Síntomas
Ambos tipos de lesiones pueden causar:
  • Dolor agudo
  • Debilitamiento o inmovilidad en la zona afectada
  • Hinchazón en la zona afectada

Causas
Es el resultado de un esfuerzo repentino, por lo general  un movimiento de torsión. Las luxaciones y esguinces suelen ocurrir   al trotar, correr, realizar algún deporte o levantar un objeto pesado.  Al extender  y estirar demasiado los músculos y tendones como en el caso del tenis  o golf.
Las personas con sobrepeso  y las sedentarias son especialmente vulnerables  a este tipo de lesiones.
Tratamiento nutricional.
Por supuesto  que  lo que se coma  no evitara luxaciones o esguinces, sin embargo  la dieta tiene un efecto sobre la salud  general y el peso. Es elemental mantener un peso saludable, pues los kilos de más producen presión sobre las articulaciones y aumentan el riesgo de daño a musculo y ligamentos.
Nutrientes a procurar:
Carbohidratos complejos. Proporcionan combustible y como tardan más en digerirse que los carbohidratos simples, son útiles para energía sostenida. Fuentes. Pan, las pastas, tubérculos, leguminosas, frutos secos, semillas, vegetales, cereales como el arroz, maíz trigo centeno, cebada, avena, amaranto.
Proteínas. Importante para músculos y articulaciones sanos, y para reparación tisular. Fuentes: huevo, pescados, mariscos, leche y derivados (queso o yogur), carne roja, aves, cerdo, viseras y embutidos, legumbres (lentejas, habas, garbanzos, frijoles, soya), vegetales de hoja verde (col rizada, espinaca, etc.),  setas, frutos secos, semillas, seitán, tempeh, quínoa, mijo, amaranto, algas, aguacate.
Ácidos grasos omega 3. Aceleran la curación de los esguinces en ligamentos. También pueden tener  un efecto antiinflamatorio, que alivia la incomodidad y la inflamación de las articulaciones. Fuentes. salmón, caballa, atún blanco, trucha, sardinas, gambas, mejillones, ostras, aceite de soya, aceite de canola, frutos secos, semillas, soya y tofu, garbanzos, lentejas, aguacate, espinacas, verdolagas, algas y fresas
Vitamina C. Esta vitamina ayuda a formar  y mantener el colágeno, las fibras que firman el tejido entre tendones, ligamentos, huesos y cartílago. Fuentes: todas las frutas y verduras frescas.
Minerales.  Hacen falta algunos minerales para mantener sanos los huesos, ligamentos  y músculos.  Por ejemplo el magnesio, calcio y fosforo forman el hueso, y se requiere de manganeso para formar cartílago y tejido cognitivo. El cinc estimula la reparación y desarrollo de tejidos. Fuentes: el magnesio se encentra en el pescados, mariscos, habas, frijoles, maíz, avena, salvado de trigo, quínoa, semillas de girasol, aguacate.   El calcio se encuentra en  la tortilla de maíz, charales, sardinas, quesos, leche y derivados, berro, epazote, hoja de chaya, verdolaga, almendra, frijoles, ajonjolí. El fosforo se encuentra en  la mayoría de los alimentos, pero las mayores fuentes son lácteos, almendras, leguminosas, carne de res, aves y pescado.  El manganeso se encuentra en el betabel, arándanos, piña zarzamoras, granos enteros, nueces, leguminosas. El cinc se encuentra en las vísceras, pescado, aves, huevos, lácteos, cereales, frutos secos, semillas. 

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