El trasplante
renal es la terapia definitiva para
paciente con enfermedad renal avanzada. Dependiendo de la fuente del
órgano receptor, el trasplante de riñón es típicamente clasificado como, donante fallecido, o como trasplante de
donante vivo. Los trasplantes renales de donantes vivos se caracterizan más a
fondo como trasplante emparentado genéticamente (pariente-vivo) o trasplante no
emparentado (no emparentado-vivo), dependiendo de si hay o no una relación
biológica entre el donante y el receptor.
La cirugía de trasplante de
riñón tarda aproximadamente 3 horas. A las personas con diabetes también se les
puede realizar un trasplante de páncreas al mismo tiempo. Esto puede añadir
otras 3 horas a la cirugía.
Las personas a quienes se
les haya hecho un trasplante deben tomar medicamentos el resto de sus vidas
para impedir que su organismo rechace el riñón trasplantado. Aunque el
tratamiento ayuda a prevenir el rechazo al órgano, también pone a los pacientes
en mayor riesgo de infección y cáncer.
Tratamiento
nutricional.
El estado nutricio optimo
pre-cirugía es un IMC normal, niveles de albumina mayores a 3.5 g/dl, calcio,
potasio y fosforo normales.
Macronutrientes y líquidos
Postrasplante
inmediato
- Calorías: >35 Kcal/kg al día
- Carbohidratos: 50-55%
- Proteínas: 1gr /kg de peso/dia
- Grasas:35%
- Líquidos: : 1ml/ kg peso + diuresis
Postrasplante
tardío
- Calorías: 25-35Kcal/kg al día
- Carbohidratos: 50-60%
- Proteínas: 1gr /kg de peso/dia
- Grasas:30 %
- Líquidos: libre demanda
Después
de la operación
- Carbohidratos: 50% (restringir los carbohidratos simples)
- Proteínas: 15-20%
- Grasas:30-35 % %.(no más 10% de grasa saturada)
Micronutrientes: 4
o 6 semanas después de la cirugía cuidar la ingesta de calcio, fosforo, magnesio y potasio.
Se implementar el uso de
hemodiálisis los primeros días o semanas después de la cirugía. Después de la
cirugía, el trasplante renal con frecuencia suele liberar a los pacientes
renales de las restricciones dietéticas que tenían previamente en diálisis o hemodiálisis.
Aun así conviene evitar la sobrealimentación para evitar la obesidad, la
hipertensión o las dislipidemias. Por los efectos del tratamiento
inmunosupresor se recomienda evitar alimentos fácilmente contaminables como la
leche fresca y sus derivados, frutas dañadas o sin pelar o comidas que lleven
tiempo cocinadas. La dieta debe de ser variada, rica en fibra para evitar el
estreñimiento. La ingesta de grasas de origen animal debe de ser moderada. Como
regla general se deben seguir las siguientes recomendaciones:
- Hacer 3-5 comidas diarias
- Evitar los alimentos ricos en sal, como embutidos, conservas o platos preparados
- Tomar leche y derivados desnatados
- Limitar el consumo de huevos a dos a la semana
- Utilizar el aceite de oliva como grasa de elección
- Restringir los alimentos fritos
- Utilizar métodos de cocción como al vapor, a la plancha, hervido, al horno.
- Moderar el consumo de proteínas de origen animal
- Evitar el consumo excesivo de dulces
- No condimentar en exceso los alimentos con picantes o especies irritantes
- Limitar o evitar la ingesta de café y alcohol
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