El principal objetivo del
soporte nutricional preoperatorio y postoperatorio es mantener o mejorar el
estado nutricional del paciente, además de evitar complicaciones infecciosas,
facilitar la cicatrización de las heridas quirúrgicas y así conseguir una pronta
recuperación del paciente.
Dieta
preoperatoria
Es recomendable realizar una
dieta equilibrada normocalórica antes de
una intervención quirúrgica, ya que gran cantidad de nutrientes influyen en una
óptima cicatrización. En caso de
pacientes con desnutrición, se les indica una dieta especial. Y en las operaciones en el colon se indica
una dieta baja en fibra y sin residuos una
semana antes de la intervención.
Ocho horas antes de la
operación se debe guardar ayuno, ya que
la presencia de alimentos o líquidos en el estómago aumenta el riesgo de
aspiración del contenido gastico durante la anestesia. Si el paciente injiere alimentos sólidos o
líquidos se tiene que posponer la
intervención.
Dieta
postoperatoria
Se inicia con una fase de
ayuno, después de unas horas o días,
dependiendo de la cirugía, se acostumbra a pasa a dieta de líquidos claros.
La dieta de líquidos
claros se compone principalmente de carbohidratos y
agua, provee de líquidos, electrolitos, y energía en alimentos de fácil
digestión, como infusiones o te, jugos de fruta colados, agua de fruta, nieve,
paletas de hielo, gelatinas de agua, caldos o consomés colados. No utilizar en
más de 3 días.
Después se pasa a los
líquidos generales (liquida completa), esta provee líquidos, energía,
proteínas, lípidos y carbohidratos en alimentos de fácil digestión, es utiliza
en un periodo de transición entre la dieta de líquidos claros y dieta blanda.
Se utiliza en pacientes con alimentación mixta (alimentación parenteral y
oral), con pacientes con problemas de deglución, masticación o problemas de
inflamación en el sistema gastrointestinal. Los alimentos recomendados son
leche, yogurt natural, crema de sémola de arroz, avena, sémola de maíz, sopas, caldos, consomés, gelatina, jugos, nieve, helados, infusiones, azúcar y
miel. El contenido es inadecuado en hierro, niacina y ácido fólico, si se
utiliza más de tres días hay que recomendar suplementos de vitaminas y
minerales.
Luego se pasa a una dieta blanda, que incluye alimentos con muy
pocas grasas, especias o condimentos.
Los alimentos deben estar preparados a la plancha, hervidos, al vapor,
estofados, asados o al horno.
Alimentos permitidos:
- Lácteos según tolerancia, se toleran mejor los productos semidescremados o descremados.
- Carnes rojas y blancas magras, clara de huevo.
- Frutas no acidas y verduras de preferencia cocidas. Las verduras y frutas crudas deben ser peladas y sin semillas.
- Arroz, pasta, pan, tortillas, papa, maíz, avena etc.
- Leguminosas según tolerancia, colados.
- Grasas de origen vegetal como aceites en pequeñas cantidades.
- Jugos y zumos no ácidos, fruta en almíbar sin el jugo.
Alimentos prohibidos:
- Alimentos muy grasos, especias o condimentos o con irritantes (el café, bebidas alcohólicas, chocolate, cocoa, bebidas gaseosas, chile, cítricos y jitomate).
- Lácteos, quesos grasos, muy maduros o fermentados, postres lácteos con nata.
- Carnes grasas, embutidos grasos y vísceras, huevos entero, pescados en escabeche o en salazón
- Pan fresco recién horneado tipo baguette (fermenta en el estómago y crea molestias), cereales chocolateados, galletas rellenas, chocolateadas o bañadas con soluciones azucaradas, etc.
- Fruta no madura y cruda, frutas cítricas, fruta en almíbar, frutas seca y confitadas. Las verduras crudas con piel y semillas.
- Café, descafeinado y té fuertes, bebidas con extractos de café o de guaraná, bebidas con chocolate, bebidas con gas y todas las bebidas alcohólicas.
- Grasas de origen animal como la nata, manteca, tocino y sebos
Luego que el paciente llegue
a una recuperación completa de la intervención, este pasa a una dieta normal, siempre
recomendando que sea una dieta equilibrada.
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