Investigaciones preliminares
indican que el té tiene propiedades antioxidantes y diurético, beberlo puede ayudar a prevenir cáncer y posiblemente cardiopatías. Sus agentes cautivos, las catequinas,
los flavanoles, los flavonoides y los polifenoles, pueden altease
durante su procesamiento.
Aunque existen más de
trescientos tipos de tés diferentes, todos ellos provienen de la misma planta,
de las hojas secas molidas o brotes del arbusto Camellia, pero entre
todas las variaciones, destacan cuatro
tipos: té verde, rojo, blanco y negro. Cada tipo cuenta con diferentes
beneficios para la salud.
Té
verde.
El té verde es un té no
fermentado. Se consigue al secar las hojas de la planta, justo después de su
cosecha. Acto seguido se cuecen al vapor, a fin de eludir el proceso de
oxidación.
En él destaca su
poder antioxidante, ayuda a combatir el cáncer, reducir el colesterol, equilibrar la azúcar en sangre, previene la caries, bajar los niveles de estrés, y combatir el envejecimiento.
Té
negro.
Este tipo de té se logra al
fermentar, en su totalidad, las hojas. Al pasar por un proceso de
oxidación, su aroma es mayor que el resto,
Tiene un mayor contenido en
teína, por lo que es una excelente bebida estimulante, tiene poder antioxidante, ayuda a reducir el riesgo de padecer enfermedades
cardiovasculares, disminuir la azúcar en sangre, además de tener propiedades
diuréticas y astringentes.
Té
rojo.
El proceso de fermentación de
esta variedad puede durar de 2 a 60 años en barricas de roble,
lo que hace que las hojas obtengan un color cobrizo y, por lo tanto,
también la infusión.
Tiene poder antioxidante, ayuda a tener una
buena digestión, reduce los niveles de triglicéridos y colesterol, fortalece el sistema inmunológico y
disminuir la azúcar en sangre.
Té
blanco
El té blanco es un té no fermentado, se obtiene
de brotes nuevos del arbusto que no se han oxidado; los brotes pueden
haber sido protegidos del sol para evitar la formación de clorofila, y se dejan secar durante largos períodos de
tiempo. De él se obtiene una infusión de color verde pálido, con un fugaz halo
blanco.
Tiene un menor contenido en
teína, tiene propiedades antioxidantes y depurativas, ayuda a reducir los
niveles de colesterol, bajar la presión
arterial, acelerar el metabolismo, prevenir caries y proteger contra enfermedades infecciosas.
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