Alimentación en el primer año de vida




La maduración de las funciones corporales durante el primer año influye sobre cómo va a alimentarse a un niño y sobre su capacidad para tolerar diferentes tipos de alimentos.
El neonato tiene varios reflejos que le permiten la ingestión y la deglución de los alimentos, los principales reflejos son la succión y la deglución.
El recién nacido presenta estados conductuales aislados:
  • Sueño tranquilo
  • Sueño activo
  • Alerta
  • Somnolencia
  • Irritabilidad
  • Llanto
  • Determinan tono muscular, movimiento, respuesta a estímulos

El recién nacido tiene varios reflejos primitivos que indican su integridad neurológica.
  • Flexión con las manos empuñadas
  • Ver objetos y caras
  • Atención
  • Sensibles a la luz
  • Oír
  • Objetos con alto contraste
  • Distingue la voz de su cuidador primario y de un extraño
  • Gusto y olfato

Crecimiento y desarrollo
 Desarrollo  de 1 a 6 meses de edad
  • 2 meses:   cabeza estable en posición sentada, inicia la emisión de ruidos (balbuceos), aparece la sonrisa social
  • 4 meses: sostiene su cabeza cuando se cambia de posición decúbito a posición sedente, comienzan a rodarse en la cama, inician conductas de imitación
  • 3 a 4 meses: comienza a agarrar objetos
  • 5 meses: incluye el pulgar a agarrar objetos
  • 6 meses: pueden rodarse solos y permanecen sentados sin apoyo, se pasa los objetos de una mano a otra, se incrementa la vocalización, ya es capaz de pronunciar consonante

Desarrollo de 6 a12 meses de edad
Etapa de Gran Excitación para los lactantes y la familia, el niño está más interesado por explorar el entorno.
  • 6 meses: Se sienta sin apoyo, se incrementa su movilidad y comienza a arrastrarse, pronuncia consonantes
  • 8 meses: comienza a gatear
  • 9 a 10 meses: puede ponerse de pie con apoyo e iniciar los primeros pasos, comienza a decir “mamá” o “papá” y es capaz de obedecer una orden
  • Al año: pueden caminar de forma independiente, desarrollan habilidades motoras finas, al año realizan maniobras de presión con precisión y progresa su capacidad comunicativa “mamá” o “papá” y tres palabritas más. 

Crecimiento de 1 a 3 meses.  Aumentan un promedio de 680 y 900 gramos cada mes y  tienen un crecimiento promedio de casi 25,4 milímetros cada mes.
Crecimiento de 4 a 6 meses. Aumenta como promedio 560 gramos cada mes; a los 6 meses ha duplicado el peso que tenía al nacer y tienen un crecimiento promedio de 12,7 a 25,4 milímetros cada mes.
Crecimiento de 7 a 9 meses.  El aumento promedio es de 450 gramos  por mes, los niños por lo general pesan como una 250 gramos   más que las niñas y su  crecimiento promedio es  de alrededor de 12,7 milímetros por mes
Crecimiento de 10 a 12 meses. Aumento promedio de 360 gramos por mes; el peso al nacer se triplica en 1 año y su  crecimiento promedio  es de alrededor de 12,7 milímetros.

Factores que influyen en el crecimiento
  • Genéticos
  • Ambientales. Factores nutricionales, factores socioeconómicos y medio ambiente efectivo.
  • Hormonales. Hormona de crecimiento, hormona tiroidea y hormonas sexuales.
  • Metabolismo 

Acción Hormonal
El hipotálamo: regula las secreciones de la hipófisis, la temperatura, el hambre, la sed y los impulsos sexuales.
La hipófisis: regula el crecimiento de los huesos y organiza la actividad de gran número de glándulas endocrinas. Se cree que tiene influencia en la memoria y el aprendizaje.
La glándula tiroides: controla el ritmo del metabolismo y del desarrollo corporal.
Las paratiroides: regulan el nivel de calcio en la sangre.
El timo: regula la producción de un tipo de glóbulos blancos en los niños que les ayuda a combatir infecciones, mantiene estable la presión sanguínea, etc.
Las suprarrenales: controlan el equilibrio de sales y agua y preparan al organismo en los casos de emergencia.
El páncreas: administra el nivel de azúcar en la sangre.

Maduración Ósea
Comienza en el período de gestación y continua a lo largo de toda la etapa de crecimiento fisiológico. Esta maduración está determinada por la creación de nuevos tejidos óseos y la calcificación de las piezas fibrocartilaginosas.
Uno de los factores externos de la maduración ósea es la aparición de la primera dentición.

Dentición
Aparecen a los 6-8 meses de edad y los 3 años.
  • 6 a 8 meses: 2 incisivos medios inferiores
  • 7 a 9 meses: 2 incisivos medios superiores
  • 7 a 10 meses: 2 incisivos laterales superiores
  • 8 a 11 meses: 2 incisivos laterales inferiores
  • 10 a 16 meses: primeros premolares
Digestión y absorción
La capacidad digestiva del recién nacido es diferente en algunos aspectos a la del niño más grande o del adulto.

Carbohidratos                                               
Se ha demostrado que la lactasa, la sacarasa y la maltasa están presentes en el feto en el primer trimestre del embarazo. La producción de lactasa alcanza su máximo poco antes del parto y se encuentra en un nivel alto por toda la infancia y la niñez temprana.
El bebé no  puede digerir el almidón. A pesar de que el bebé tiene presente amilasa salival que actúa hidrolizando el almidón que se está consumiendo, esta se inactiva por la acidez gástrica y la alfa amilasa pancreática puede estar baja en el bebé, menor a 6 meses y a partir de esta edad se eleva.

Lípidos
Los niños contienen en el jugo gástrico una lipasa diferente a la lipasa pancreática. Los recién nacidos digieren y absorben los lípidos con mayor dificultad que los carbohidratos y las proteínas.
El calostro contiene una menor proporción de ácidos grasos de cadena intermedia, y contiene un mayor porcentaje de ácidos grasos insaturados que la leche madura. La grasa de la leche materna se absorbe mejor que la grasa de la mantequilla o de los aceites vegetales, esto se da por la composición química de estos tipos de grasas (ácido palmítico) A pesar de que los bebes digieren los lípidos menos eficientemente que otros macronutrientes, toleran un amplio rango de ingesta.

Proteínas
No existen diferencias importantes en la digestión de proteínas entre los infantes y los adultos. La digestión es más lenta en el infante, posiblemente  causa de que la menor capacidad gástrica del infante ocasiona un tránsito más rápido hacia el duodeno y a la acción más lenta de la tripsina.

Funcionamiento Renal
El recién nacido tuene una inmadurez relativa de la capacidad de los riñones para concentrar orina.
La leche humana tiene una carga de solutos de 79 m0sm/litro, en contraste con una carga de 221 m0sm/litros de la leche de vaca y de 308 m0sm/litro para la leche descremada hervida. La ingesta de leche de vaca no diluída o de fórmulas concentradas, en los primeros meses de vida, puede producir alteraciones del equilibrio hidro electrolítico y ácido base que resulten en hiperosmolaridad, hipernatremia, acidosis metabólica y en algunos casos hiperfosfemia e hipocalcemia. La capacidad funcional renal aumenta rápidamente en los primeros meses, preparando al niño para el inicio de alimentos con mayor carga de solutos.

Metabolismo del Calcio
El metabolismo del calcio u homeostasis del calcio es el mecanismo por el cual el organismo mantiene adecuados niveles de calcio.
En el nivel celular, el calcio se utiliza para regular la permeabilidad y las propiedades eléctricas de las membranas biológicas (tales como paredes celulares), que en musculo a su vez tiene funciones de control así como en los nervios, regula las secreciones glandulares, y la dilatación de los vasos sanguíneos y la contracción. El calcio también es esencial para la coagulación adecuada.
La ingesta normal de calcio es entre el primer mes de vida a los 6 meses de 400mg y dentro los 6 meses siguientes hasta el año de 600mg de calcio en 24 horas. Absorbiendo un 60% del calcio ingerido y desechando aproximadamente un 40%.
Los niños absorben un mayor porcentaje de su calcio ingerido, que los adultos porque sus necesidades durante el período de crecimiento pueden ser de dos o tres veces mayor por unidad de peso corporal que los adultos.

Lactancia    
Los niños durante su primer año de vida requieren un aporte mayor y necesario para su crecimiento, ya que sufren un crecimiento acelerado, si no reciben los nutrientes necesarios determina una afectación del crecimiento y algunas carencias específicas.

Calostro
El calostro es el mejor alimento para el bebé recién nacido. Este tipo de leche materna empieza a producirse en las últimas semanas de embarazo, y será el primer alimento que tome el bebé durante sus dos a cinco primeros días de vida, ya  que a partir de ese momento es cuando la mama empieza a producir leche madura. 
El calostro es de muy fácil digestión y no se debe suplementar al bebé con fórmulas o con agua, ni siquiera en los meses más cálidos, basta con ofrecer más a menudo el pecho al bebé para tener todas sus necesidades cubiertas. Su volumen puede variar entre 2 a 20 ml por toma.
Este fluido amarillento  contiene:
  • Células inmunológicas. El calostro es rico en células inmunológicamente activas,  constituyendo  la primera inmunización de los bebés recién nacidos, protegiéndolos contra diversas infecciones.
  • Factores de crecimiento. Ayudan a madurar el intestino del bebe haciendo  más difícil que los microorganismos y las sustancias alergénicas se desarrollen en él.
  • Factores estimulantes y hormonas. Favorecen a  mejores niveles de glucemia en los primeros días de vida.
  • Vitamina A.  Ayuda a proteger la visión y los ojos, y a reducir infecciones.

Leche materna
Se recomienda como alimento exclusivo para el lactante hasta los 6 meses de edad, la digestión de la leche materna es más fácil y eficiente. Contiene todos los nutrientes necesarios para su correcto crecimiento y desarrollo.  Contiene inmunoglobulinas y otras sustancias que protegen al bebé frente a infecciones y disminuye el riesgo de infecciones respiratorias, digestiva Y  de las vías aéreas superiores, además de reducir  el riesgo de obesidad,  diabetes de tipo 1 y 2, de linfoma, hipercolesterolemia y de asma del futuro adulto. Contribuye a estrechar el vínculo madre-hijo, favoreciendo un adecuado desarrollo psicomotor.
Se recomienda extender la lactancia hasta los dos años o más.  Las infecciones y alergias son más raras en los niños criados a pecho que en los alimentados con biberón.  La incorporación precoz de otros alimentos (agua con azúcar, leche en biberón, etc.) interfiere notablemente con la producción de leche por parte de la madre.

Composición de la leche materna 
Agua. La leche materna contiene 88 % de agua aportando la cantidad necesaria que él bebe necesita durante el período de lactancia durante los primeros 6 meses. Por ello los bebes que están bajo lactancia exclusivamente durante los primeros 6 meses de vida no necesitan beber agua en forma adicional. 



Proteínas. Constituyen el 0.9 % de la leche materna (0.9 gr./100 ml). La leche humana contiene caseína, lactosuero (proteínas del suero), mucinas y nitrógeno no proteico. Son producidas en la glándula mamaria, excepto la seroalbúmina que proviene de la circulación materna. La caseína constituye el 30-40 % de las proteínas mientras que el lactosuero el 60-70 % de las mismas.Dentro de las proteínas que constituyen el lactosueroestá la alfa-lactoalbumina que constituyen el 10 a 12% del total de las proteínas, siendo la proteína más abundante. Interviene en la síntesis de lactosa. 


Grasas. Forman el 3 a 5 % de la leche materna. La grasa representa entre un 40 a 50 % del total de calorías de la leche materna y él bebe es capaz de absorberlas fácilmente (más del 90%). La grasa es vehículo de vitaminas liposolubles favoreciendo la absorción de las mismas y es fuente de ácidos grasos esenciales. Los principales lípidos de la leche materna son los triglicéridos, fosfolípidos, ácidos grasos y esteroles. Los triglicéridos representan el 99 % del total de los lípidos de la leche. Los ácidos grasos saturados representan alrededor del 40 % de los ácidos grasos de la leche materna, le siguen los monoinsaurados y poliinsaturados. Aunque pueden existir variaciones de acuerdo a la dieta de la madre. El contenido de colesterol de la leche materna está entre 10-20 mg/100 ml. No está en relación con la dieta ni con los niveles séricos de la madre.

Carbohidratos. La lactosa es el principal carbohidrato contenido en la leche materna en un promedio de 6-7 g/100 ml. Se produce en la glándula mamaria a partir de la glucosa. Contribuye al 40 % de las calorías de la leche materna. También se encuentran presentes oligosacáridos neutros, glucoproteínas, glucoesfingolípidos, aminoazúcares y acetilglucosamina. Su principal función, junto a las grasas, es el aporte de energía, necesaria para el crecimiento y desarrollo del recién nacido. Es fundamental para la absorción del calcio, del hierro, magnesio y otros elementos. 

Minerales. La leche materna contiene todos los minerales que él bebe necesita. 
Si bien las concentraciones de minerales en la leche materna son mucho menor que la leche de vaca, el coeficiente de absorción de los mismos (biodisponibilidad) es muy alto especialmente del calcio, hierro, magnesio, cobre, zinc. El contenido bajo de minerales (principalmente sodio, potasio y cloruros) promueve el buen funcionamiento renal del bebe favoreciendo la capacidad metabólica del recién nacido. Existen otros minerales en concentraciones muy bajas en la leche materna pero que comparadas con la leche de vaca son altamente superiores. De todos modos él bebe presenta pocos riesgos de deficiencia de estos minerales. Son suficientes para cubrir las necesidades del recién nacido. Estos son: yodo, cobre, cobalto, selenio, cromo, manganeso, aluminio, cadmio.

Vitaminas. Las vitaminas presentes en la leche materna cubren las necesidades del bebe pero son variables según el estado nutricional y el aporte de vitaminas que recibe la mama. Es decir, que existe una estrecha relación entre la alimentación de la mamá y la concentración de vitaminas en la leche materna. Contiene las vitaminas liposolubles, Vitamina A, K, E, D y las Vitaminas hidrosoluble, Vitamina C y del Complejo B, está presente la vitamina B12 (cobalamina), la B6 (piridoxina), B1 (tiamina) ácido fólico (B9), B3 (niacina), ácido pantotenico (B5). Se recomienda a las madres vegetarianas tomar un suplemento de B12 ya que la dieta vegetariana no contiene fuentes de la misma.


Para consultar el requerimiento de vitaminas y minerales en estas edades hacer clic aqui.
Formulas
Hay distintas fórmulas disponibles para niños menores de 12 meses de edad que no están tomando leche materna. Si bien existen algunas diferencias, las fórmulas para lactantes  cuentan con todos los nutrientes que los bebés necesitan para crecer y desarrollarse.

Tipos de fórmulas
  • Fórmulas a base de leche de vaca común. Estas fórmulas están hechas con proteína de leche de vaca que ha sido modificada para que sea más parecida a la leche materna. Contienen lactosa y minerales de la leche de la vaca también contiene aceites vegetales, además de otros minerales y vitaminas. La irritabilidad y los cólicos son problemas comunes para todos los bebés. La mayoría de las veces, las fórmulas a base de leche de vaca no causan estos problemas.
  • Fórmulas a base soya. Se elaboran usando proteínas de la soya y no contienen lactosa.  Para los padres que no quieren que su hijo consuma proteína animal,  se recomienda el amamantamiento, las fórmulas a base de soya también son una opción. No  se ha demostrado que las fórmulas a base de soya ayuden con las alergias a la leche o los cólicos. Los bebés que son alérgicos a la leche de vaca también pueden ser alérgicos a la leche de soya. En lactantes que presenten galactosemia, una afección infrecuente, se deben usar fórmulas a base de soya. Estas fórmulas también se pueden utilizar para bebés que no pueden digerir la lactosa, cosa que es poco común en niños menores de 12 meses.
  • Fórmulas hipoalergénicas (de hidrolizado de proteína). Este tipo de fórmula puede ser útil para bebés que tengan alergias a la proteína de la leche y para aquellos con salpullidos o sibilancias causadas por alergias. Las fórmulas hipoalergénicas generalmente son mucho más costosas que las comunes.
  • Fórmulas deslactosadas. También se utilizan para galactosemia, así como para niños que no pueden digerir la lactosa.

El bebé tendrá un patrón de alimentación ligeramente diferente dependiendo de si es amamantado o si lo alimenta con leche materna.  En general, los bebés que son amamantados comen más a menudo.
Entre los 4 y los 6 meses de edad, un lactante debe estar consumiendo de 840 a 1,350 ml de fórmula y a menudo está listo para comenzar la transición a alimentos sólidos. La fórmula para bebés se puede usar hasta que un niño cumpla 1 año de edad.
Las fórmulas estándar contienen 20 Kcal/30 ml y  0.45 gramos de proteína/30 ml. Las fórmulas a base de leche de vaca son apropiadas para la mayoría de los bebés a término y prematuros.

Ablactación
Diversos autores mencionan que la edad ideal para incorporar a la dieta del bebé alimentos diferentes a la leche es después de los 6 meses, ya que antes puede inducir  a que él bebe contraiga una  infección transmitida por los alimentos, ya que su sistema digestivo  no estará bien  desarrollado  y maduro, además puede llevar a que tenga una mala reacción a los alimentos, porque su sistema inmunológico será más fuerte.  Una de las causas de la obesidad infantil, es interrumpir la lactancia demasiado pronto e introducir alimentos sólidos antes de los 6 meses. Por eso, antes de introducir éstos a la dieta de  del bebé, es favorable pregunta al pediatra qué es lo mejor para el lactante y asegúrate de comprobar que muestra señales de que está listo para incorporar alimentos sólidos a su dieta. Es importante mencionar que aunque se incorporen nuevos alimentos no se debe abandonar la leche materna.

Indicaciones para iniciar la ablactación
  • Que él bebe duplique su peso al nacer
  • Que controle el cuello y la cabeza
  • Que se pueda sentar
  • Muestre interés por  otros alimentos
  • Que ya no quede satisfecho solo  con leche materna

Reglas básicas para el inicio de la ablactación
  • Alimentos Frescos y alta calidad
  • Higiene
  • Incorporar un  alimento a la ves  y  lentamente, observando la tolerancia del bebe
  • Cocinar con poco agua
  • No exagerar el tiempo de cocción
  • Temperatura de alimentos templada
  • Método de cocción: hervido
  • Suavidad y paciencia al dar el alimento al bebé

Ablactación de 6 a 7 meses
En este período él bebe ya está preparado para la incorporación de cereales o papillas infantiles sin gluten.
También comienzan a incorporarse los purés de frutas y verduras. Las verduras más aconsejadas por su fácil digestión son: verduras amarillas como el  puré de zanahorias, calabaza y papas y verduras verdes como el chayote.  Si las verduras no generan ninguna intolerancia pueden incorporarse frutas como por ejemplo: manzanas, plátanos, durazno, peras, pero siempre en forma de puré.
Nunca agregar sal y/o azúcar a los purés y es fundamental hidratar al bebe ya que al comenzar con las papillas y al ser su alimentación más consistente necesitará líquidos.

Ablactación de 7 a 9 meses
Ya a esta edad, además de las papillas que él bebe come, pueden introducirse alimentos de textura blanda como cereales y leguminosas (coladas) , vegetales cocidos y carnes magras y pechuga de pollo.
El bebé seguirá lactando de entre 3 a 5 veces al día. Deberá seguir tomando líquidos de preferencia en vaso entrenador para que comience a abandonar el biberón.

Ablactación de 9 a 12 meses
En esta etapa, el apetito del bebe suele disminuir aunque no en todos los casos. Esto sucede porque su crecimiento no es tan rápido como en las etapas anteriores, lo importante es saber que esta es sólo una etapa.
Los padres comienzan a conceder algunos caprichitos, golosinas y meriendas a todas horas, para compensar lo que no haya comido durante el día generando así malos hábitos alimenticios. Hay que recordar una regla directa: a más caprichos, menos apetito tendrá el niño para la comida. Muchas veces con esta actitud se cae en una sobrealimentación poco saludable para su bebe.
Su bebe debe comer sentado en la sillita y ya puede incorporar alimentos que el mismo puede comer con sus manos.  Ya se puede introducir en la dieta manzanas peladas y cortadas en trozos, quesos blandos, yogurt, pasta bien cocida, tiritas de pavo o pollo. No se recomienda la leche de vaca regular para niños menores de 1 año. Después del año, el niño debe recibir sólo leche entera, no desnatada ni baja en grasa.

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