Cáncer de colon y como tratarlo con la comida


El cáncer de colon es una enfermedad en la que las células malignas se localizan en la porción intermedia y más larga del intestino grueso. Es un tipo de cáncer bastante común en muchos países,  fácil de detectar, tiene un alto grado de curación y tarda mucho en desarrollarse. El colon, junto con el recto, es el lugar donde se almacenan las heces antes de ser expulsadas al exterior a través del ano. Al encargarse de esta labor, acumula sustancias de desecho, por lo que es un lugar propicio para la aparición de un cáncer. Por eso es importante reducir el tiempo de acumulación al mínimo, adoptando una dieta equilibrada que facilite el tránsito intestinal al máximo.

El proceso del cáncer

El cáncer empieza en las células; normalmente, las células crecen y se dividen para formar nuevas células a medida que el cuerpo las necesita. Cuando las células envejecen, mueren; y células nuevas las reemplazan. Algunas veces este proceso ordenado se descontrola. Estas células que no son necesarias forman una masa de tejido, que es lo que se llama tumor.
Los tumores pueden ser benignos o malignos:

Los tumores benignos no son cancerosos:
  • Los tumores benignos rara vez son una amenaza para la vida.
  • Generalmente, pueden operarse y pocas veces vuelven a crecer.
  • No invaden los tejidos de su derredor.
  • No  se diseminan a otras partes del cuerpo.

Los tumores malignos son cancerosos:

  • Los tumores malignos generalmente son más graves que los tumores benignos. Pueden poner la vida en peligro.
  • Los tumores malignos pueden generalmente extirparse, pero algunas veces vuelven a crecer.
  • Las células de tumores malignos pueden invadir y dañar tejidos y órganos cercanos.
  • Las células de tumores malignos pueden desprenderse y diseminarse a otras partes del cuerpo. Las células se diseminan al entrar en el torrente de la sangre o en el sistema linfático. Las células cancerosas forman nuevos tumores que dañan otros órganos. Cuando el cáncer se disemina, se llama metástasis.

Causas

No se conocen las causas exactas del cáncer colorrectal. Los médicos rara vez pueden explicar por qué el cáncer colorrectal se presenta en una persona, pero no en otra. Sin embargo, es claro que el cáncer colorrectal no es contagioso. A nadie se le puede “pegar” esta enfermedad de otra persona. La investigación ha demostrado que personas con ciertos factores de riesgo tienen más probabilidad que otras de padecer cáncer colorrectal.

Los estudios han encontrado los siguientes factores de riesgo de cáncer colorrectal:

  • Edad mayor de 50 años: El cáncer colorrectal es más probable que ocurra al envejecer las personas. Más del 90 por ciento de las personas con esta enfermedad fueron diagnosticadas después de los 50 años de edad. La edad promedio al momento del diagnóstico es de 72 años.
  • Pólipos colorrectales: Los pólipos son tumores en la pared interior del colon o del recto. Son comunes en personas de más de 50 años de edad. La mayoría de los pólipos son benignos (no cancerosos), pero algunos pólipos (adenomas) pueden hacerse cancerosos. Al encontrar y extirpar los pólipos, puede reducirse el riesgo de cáncer colorrectal.
  • Antecedentes familiares de cáncer colorrectal: Familiares cercanos (padres, hermanos, hermanas o hijos) de una persona con antecedentes de cáncer colorrectal tienen en cierta manera mayor probabilidad de presentar esta enfermedad ellos  mismos, especialmente si el familiar tuvo el cáncer a una edad joven. Si muchos familiares cercanos tienen antecedentes de cáncer, el riesgo es aún mayor.
  • Alteraciones genéticas: Los cambios en ciertos genes aumentan el riesgo de cáncer colorrectal.
  • Antecedentes personales de cáncer: La persona que ya ha tenido cáncer colorrectal en el pasado puede presentar cáncer colorrectal una segunda vez. También, las mujeres con antecedentes de cáncer de ovarios, de útero (endometrio), o de seno tienen, en cierto modo, un riesgo mayor de padecer cáncer colorrectal.
  • Colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn: La persona que ha tenido alguna enfermedad que causa la inflamación del colon muchos años tiene un riesgo mayor de presentar cáncer de colon.
  • Dieta: Los estudios sugieren que las dietas ricas en grasa (especialmente la grasa animal) y pobres en calcio, folato y fibra pueden aumentar el riesgo de cáncer colorrectal. También, algunos estudios sugieren que las personas que consumen una dieta muy pobre en frutas y verduras pueden tener un riesgo mayor de cáncer colorrectal.
  • Fumar cigarrillos: La persona que fuma cigarrillos puede tener un riesgo mayor de presentar pólipos y cáncer colorrectal.


Signos y síntomas

  • Cambio en las rutinas del intestino.
  • Tener diarrea o estreñimiento
  • Sentir que su intestino no se vacía por completo
  • Encontrar sangre  en la materia fecal
  • Deposición más delgada que de costumbre
  • Dolores frecuentes por gas o cólicos, o tener la sensación de saciedad o hinchazón del vientre
  • Pérdida de peso sin razón conocida
  • Cansancio constante
  • Náuseas y vómitos

Por lo general, estos síntomas no se deben a cáncer.
Otros problemas de salud pueden causar los mismos síntomas. Cualquier persona que tenga estos síntomas deberá ver al médico para que cualquier problema sea diagnosticado y tratado tan pronto como sea posible.

Tratamiento

La selección del tratamiento depende principalmente de la ubicación del tumor en el colon o recto y del estadio o etapa de la enfermedad. Algunas personas tienen una combinación de tratamientos

Cirugía:

La mayoría de los pacientes con cáncer de colon son tratados con cirugía. Algunas personas tienen tanto cirugía como quimioterapia. Algunas personas con un estadio o etapa avanzada de la enfermedad reciben terapia biológica. En algunas ocasiones es necesaria una colostomía para pacientes con cáncer de colon. Aunque la radioterapia casi no se usa para tratar el cáncer de colon, algunas veces se usa para aliviar el dolor y otros síntomas.

Quimioterapia: 

Casi todos los pacientes con cáncer de colon en estadio III deben recibir quimioterapia después de la cirugía durante 6 a 8 meses, lo cual se denomina quimioterapia complementaria. Se ha demostrado que el medicamento 5-fluorouracilo puede incrementar la posibilidad de cura en determinados pacientes.
La quimioterapia también se utiliza para mejorar los síntomas y prolongar la supervivencia en pacientes con cáncer de colon en estadio IV.
El irinotecan, el oxaliplatino, la capecitabina y el 5-fluorouracilo son los cuatro medicamentos que se utilizan con más frecuencia.
Se han empleado anticuerpos monoclonales, como cetuximab (Erbitux), panitumumab (Vectibix), bevacizumab (Avastin) y otros fármacos solos o en combinación con quimioterapia.
El paciente sólo puede recibir un tipo o una combinación de estos fármacos. Existe alguna controversia en cuanto a si los pacientes con cáncer de colon en estadio II deben recibir quimioterapia después de la cirugía, situación que el paciente debe analizar con el oncólogo.

Radiaciones:

Aunque la radioterapia se utiliza algunas veces en pacientes con cáncer de colon, por lo regular se emplea en combinación con quimioterapia para los pacientes con cáncer rectal en estadio III.

Tratamiento nutricional  y actividad física

Es importante que el paciente coma bien y que mantenga la máxima actividad posible.
El paciente necesita la cantidad suficiente de calorías para mantener un buen peso durante y después del tratamiento de cáncer; también necesita las proteínas, vitaminas y minerales que sean suficientes. La buena nutrición puede ayudar a que el paciente se sienta mejor y tenga más energías. Comer bien puede ser difícil. A veces, especialmente durante o inmediatamente después del tratamiento, es posible que el paciente no sienta ganas de comer. Es posible que sienta incomodidad o cansancio. Es posible que  sienta que la comida no tiene el buen sabor que solía tener. También es posible que  tenga náuseas, vómitos, diarrea o llagas en la boca.

Muchas personas opinan que se sienten mejor cuando se mantienen activas. Caminar, hacer yoga, nadar y tener otras actividades pueden mantenerlo fuerte y aumentar sus energías. Cualquiera que sea la actividad física que elija, hay que consultarlo previamente con el médico antes de empezar.
Es importante garantizar que el paciente ingiera, hasta donde le sea posible, alimentos de todos los grupos existentes:


Cereales y tubérculos
Arroz, pastas, avena, tortillas, papas, yuca, camote, etc
Frutas
Manzana, naranjas, plátano , uvas, piña, mango, sandía, etc
Vegetales
Tomate, lechuga, repollo, zanahoria, brócoli, coliflor, pepino, etc
Leguminosas
Frijoles , garbanzos lentejas etc
Carnes y demás
Pollo, pescado, res, mariscos, huevos etc
Lácteos
Leche, quesos, yogurt, etc 
Grasas
Aceites, margarina, mantequilla, natilla y
oleaginosas

Antioxidantes:

Nuestro cuerpo libera, de forma natural, radicales libres a consecuencia de múltiples funciones, sin embargo, estos radicales libres se convierten en nuestros enemigos cuando exceden la capacidad que el cuerpo tiene de manejarlos. Es entonces que los antioxidantes (aliados nuestros) juegan su papel más importante, combatiendo los efectos nocivos que los primeros ocasionan, entre ellos incrementar el riesgo de aparición de algunos tipos de cáncer. Algunos antioxidantes bien conocidos son la vitamina A, la vitamina E y la vitamina C, entre otros, que se pueden obtener consumiendo adecuadas cantidades de frutas y vegetales, así como algunos alimentos fortificados con ellos.

Consumo de fibra:

Muchos estudios epidemiológicos han encontrado una importante relación entre las dietas ricas en fibra dietética y la prevención de algunos tipos de cáncer, como el de colon. Se ha encontrado que la fibra mejora la velocidad de tránsito intestinal, por lo que las paredes del colon se ven menos expuestas a ciertas sustancias que pueden favorecer la aparición del mismo. Nuevamente se hace referencia a las frutas y vegetales como dos grandes grupos alimenticios fuentes de fibra dietética, así como también, los son los alimentos integrales: salvado de avena, avena integral, pan 100% integral.

Recomendaciones 
Los problemas nutricionales más frecuentes y las estrategias para combatirlos:

Falta de apetito:
  • Ingerir pequeñas comidas a lo largo del día, incluyendo meriendas
  • Consumir la mayor cantidad de comida del día cuando el estado mejore
  • Incluir ocasionalmente fórmulas enterales (consultar a su Nutricionista)
  • Ofrecer al paciente sus alimentos favoritos frecuentemente
  • Ingerir líquidos y sólidos por aparte
  • Servir las comidas de manera atractiva

Cambios en el sabor de los alimentos
  • Añadir salsas o aderezos ligeros a las preparaciones
  • Evitar los productos enlatados
  • Usar huevos, lácteos , pollo o pescado en lugar de carne de res
  • Combine las comidas con hierbas o especias diferentes
  • No utilice condimentos artificiales o salsas muy condimentadas

Náuseas y vómitos recurrentes:
  • Apenas se levante, ingerir una tostada, una galletas tipo cracker, un par de pretzels, luego, a los 30 minutos desayune.
  • Ingerir líquidos y sólidos por aparte
  • Consumir caldos desgrasados, jugos naturales, gelatinas o agua de arroz, para mantenerse hidratado
  • Evitar comer 2 horas antes del tratamiento de quimioterapia
  • Fraccionar las comidas en el día e ingerir en pequeñas cantidades
  • Evitar las comidas muy condimentadas o muy grasosas

Problemas de masticación y deglución:
  • Modificar la consistencia de las comidas a papillas o purés
  • Incluir alimentos ricos en calorías en las comidas: mantequilla de maní, helados, jugos o néctares, frutas en almíbar hechas papilla, compotas, gelatina, etc.
  • Utilizar una pajilla (popote) para ingerir los líquidos
  • Mezclar los líquidos y sólidos en las comidas

Boca seca:

  • Incluir salsas, sopas, cremas y refrescos con las comidas
  • Chupar hielo y confites agridulces con frecuencia
  • Lavar los dientes con frecuencia para evitar desarrollo de bacterias
  • Procurar ingerir 8 vasos con agua al día (mantener una botella con este líquido cerca)


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